Unidades del CTI de la Fiscalía General de la Nación y el Ejército Nacional capturaron a los hermanos Leonardo y Ervin Góngora Cuero, conocidos en el ‘bajo mundo’ como alias ‘Leo’ y ‘Pate Guasca’, quienes serían los principales coordinadores logísticos para el contrabando de cocaína desde las costas de Tumaco, Nariño.
Según las autoridades colombianas, tanto ‘Leo’ como ‘Pate Guasca’ se encargaban del reclutamiento y capacitación de navegantes para pilotar lanchas rápidas cargados con estupefacientes de la disidencia ‘Oliver Sinisterra’, con rumbo a Centro y Norteamérica; así mismo, eran los responsables de escoger los puntos de partida de dichas embarcaciones y las rutas que deberían seguir para llegar hasta México.
Un naufragio provocó su caída
Difíciles condiciones climáticas provocaron que grandes olas golpearan con violencia una embarcación en la que se movilizaban tres personas, minutos después de zarpar de San Juan de la Costa, en el norte de Tumaco (Nariño) con un cargamento de 1.2 toneladas de cocaína.
El único recurso que tuvieron los náufragos para intentar salvar sus vidas fue flotar y sostenerse sobre sacos cargados con millonario cargamento de estupefacientes, situación de la que se salvaron gracias a la Armada Nacional, la cual los rescató y se incautó de los narcóticos.
Luego de la captura de las ‘mulas’, los investigadores del CTI de la Fiscalía detectaron comunicaciones en las que dos hombres trataban de conseguir fotografías y videos para demostrarle a ‘Oliver Sinisterra’ que el estupefaciente había sido descubierto por un accidente y no por culpa de ellos.
Las personas que estarían dando las explicaciones eran los hermanos Leonardo y Ervin Góngora Cuero, y una vez interceptadas sus comunicaciones su logró la coordinación de operaciones de interdicción mediante las cuales su pudieron incautar casi tres toneladas de cocaína.
‘Viejos lobos de mar’
El requerimiento internacional y los elementos de prueba obtenidos en Colombia dan cuenta de que los Góngora Cuero serían los coordinadores de todos los movimientos narcotraficantes en las costas de Tumaco.
Al parecer, recibían y acopiaban los cargamentos, ubicaban las embarcaciones que iban a utilizar para los envíos ilícitos, reclutaban a las personas que llevarían el estupefaciente y les hacían pruebas físicas y técnicas. Por ejemplo, los hombres contactados para conformar las tripulaciones de los semisumergibles eran chequeados para descartar que sufrieran de claustrofobia, enfermedades cardiovasculares, hipertensión o diabetes, y les pedían conocimientos en instrumentos satelitales de navegación. Exigían que fueran ‘viejos lobos de mar’.
Asimismo, los indicios dan cuenta de que escogían los puntos de embarque, las rutas y los sectores de abastecimiento para que la cocaína llegara a Tapachula, en la costa sur del estado de Chiapas, en México.
Las investigaciones permitieron conocer que a cada lanchero o tripulante le pagaban el 50% del valor pactado al instante de zarpar, el resto se lo entregaban al regresar. En caso de ser capturado, el dinero era distribuido a los familiares con la promesa de ayudarlos en la defensa judicial, siempre y cuando no delataran a la red narcotraficante.
Lea también: Grupo de Bomberos Bogotá, del equipo USAR Col-1, regresó al país luego de brindar apoyo tras terremoto en Haití
La Fiscalía General de la Nación, por conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores, comunicó a la Embajada de Estados Unidos la captura de los hermanos Leonardo y Ervin Góngora Cuero para los fines de la formalización del pedido de extradición dentro del término establecido por la ley.
Le puede interesar: En 10 días de intervención policial en Bogotá se han realizado 5 operativos, 14 allanamientos y 351 capturas