El país vivió movilizaciones multitudinarias en la décima huelga nacional contra la iniciativa de Macron que pretende aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años, una medida a la que se opone gran parte de la población.
La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, presentó el pasado 10 de enero un proyecto de reforma según el cual las autoridades del país empezarán a retrasar la edad de jubilación tres meses al año a partir del 1 de septiembre de 2023, hasta alcanzar los 64 años en 2030.