Según el ministro de Asuntos Exteriores, Guideon Saar, la decisión está dirigida no solo contra el primer ministro y el extitular de Defensa, sino también contra “el derecho de Israel a la autodefensa”.
Los integrantes de Hezbolá, que ya prometió responder con mano dura, utilizan los mencionados aparatos en lugar de teléfonos móviles para evitar ser rastreados.