“La democracia está más amenazada que nunca y debemos defenderla sin miedo y desde la democracia”. Esta es la premisa del más reciente libro del constituyente, ex ministro y ex procurador, Fernando Carrillo Flórez.
Desde las primeras líneas, el autor advierte sobre “los mecanismos democráticos que utilizan los populistas para llegar al poder, en donde, una vez elegidos, debilitan las libertades para instaurar un modelo autoritario hecho a su medida”, y afirma que “el dilema no es izquierda contra derecha sino democracia contra autoritarismo”.
De igual forma, el ex ministro de Justicia y del Interior, aboga por dejar el radicalismo de lado y buscar acuerdos sobre cuestiones fundamentales para avanzar en las reformas necesarias. Al respecto, Carrillo sostiene que las transformaciones que necesita el país no se van a lograr haciendo discursos y llenando plazas públicas. Por el contrario, recalca que lo que se necesita es un amplio acuerdo político que involucre a actores diversos y genere un gran consenso.
Las noticias falsas, la corrupción y la mala práctica de la política, otros riesgos para la democracia
En “Sin Miedo”, el ex procurador advierte también sobre la expansión del populismo autoritario, motivado por caudillismos despóticos, razones económicas, o fobia a los inmigrantes, carencias sociales y por las redes sociales que han facilitado a los demagogos llegar a un público amplio difundiendo falsedades e incitando al odio.
Al respecto, Carrillo subraya que “el problema más grave no son las mentiras. Son las mentiras que tienen algo de verdad y la distorsionan. Las hacen creíbles”. En el texto plantea cómo las noticias falsas y el uso no regulado de la inteligencia artificial generan polarización, desinformación y miedo. “Es necesario combatir la espiral tormentosa de la intolerancia y la descalificación injuriosa del contrario, que fomentan la polarización y la violencia política. De la violencia verbal a la física solo hay un paso”, afirma Carrillo.
En este punto también destaca la libertad de prensa como el principal bastión de la democracia y asegura que se debe combatir la desinformación y fomentar un periodismo responsable, serio y de calidad que promueva la verdad y el diálogo ya que la verdad es clave para la libertad en una sociedad donde difundir la mentira es más fácil que encontrar la verdad.
En otro de los capítulos del libro también plantea que uno de los mayores riesgos para la democracia en Colombia es la corrupción que ha debilitado la institucionalidad en el marco de un Estado cooptado por mafias corruptas de la contratación e incapaz de generar soluciones ante la crisis económica, social y ambiental que vivimos hoy en día. Y la corrupción se ha ensañado con los programas sociales que protegen a los más vulnerables.
Asegura también que lo que está fallando es la política y no la democracia. “La crisis es más de la mala política, de los malos políticos y de las malas políticas públicas que están convirtiendo a la democracia en su chivo expiatorio”.
Los mecanismos para defender la democracia
Fernando Carrillo fue gestor del movimiento “Séptima Papeleta” que dio origen a la Constitución de 1991 y fue Constituyente representando a los jóvenes. A propósito, recuerda como esa constituyente fue un triunfo de la sociedad civil que impulsó el mayor consenso político y social de la historia de Colombia y advierte que “el debate sobre el poder constituyente debe ser serio, responsable y comprometido.No se debe alimentar ni al calor exclusivo de objetivos electorales, ni al afán de una toma de control social basado en un populismo alimentado por todos los clichés autoritarios. En Colombia, por ello, no se puede forzar un momento constituyente por capricho de un gobierno, sin que existan ni la necesidad ni las garantías para que este se dé.”
Así mismo asegura que desde la Constitución existente, Colombia puede avanzar en la construcción de un Estado social de derecho, mejorar los servicios públicos, la justicia, y la regionalización sin romper la unidad nacional y que la vía para salvar la democracia no es cambiar la constitución, sino todo lo contrario: defender y hacer cumplir la Constitución del 91.
“Estamos a tiempo de sentarnos con quien piensa distinto, de buscar acuerdos mediante el diálogo y la toma de decisiones colectivas para defender la democracia desde el consenso y no desde la polarización y la agresión. En este punto, es importante que el sector privado colabore con el público en la defensa de los valores democráticos, promoviendo la sostenibilidad y el bien común. Para defender la democracia es fundamental impulsar la libertad de empresa y que el sector privado actúe con compromiso social y en defensa de los principios y valores democráticos”, agrega Carrillo.
También hace un llamado a los jóvenes para que defiendan la democracia y no la den por sentada. “La democracia es un privilegio por el que hay que luchar activamente todos los días. Los jóvenes deben convertirse en los mayores defensores de la democracia, como en su momento lo fueron los jóvenes de los movimientos estudiantiles y de la Séptima Papeleta que impulsaron la Constituyente del 91”, asegura el autor. Así mismo, plantea la importancia de educar a las nuevas generaciones en los valores democráticos para que comprendan su importancia y los defiendan contra las amenazas actuales.
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Sobre el título del libro, Carrillo afirma que es momento de defender la democracia Sin Miedo y desde la democracia. El miedo produce incertidumbre y esto sumado a la inseguridad, la frustración y el resentimiento son el mejor caldo de cultivo de los autoritarismos populistas. “Nuestra democracia no es inmortal y puede disolverse entre nuestras manos. Hay que actuar ya”, concluye Carrillo.
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