El científico canadiense Sharon Moalem comienza contando- en El factor X Un antídoto contra el mito del “sexo débil”- que fue después de un terrible accidente cuando recibió la inspiración que necesitaba para escribir este nuevo libro que contribuye a zanjar la discusión acerca de las diferencias entre los sexos, para mostrar que la primacía genética corresponde a lo femenino.
Con casos recopilados a lo largo del mundo, de la historia y de distintas especies animales, explicados con argumentos genéticos, Sharon Moalem muestra en “El factor X” de qué manera la actividad del segundo cromosoma X otorga al sexo femenino una mayor resiliencia.
Es decir, el llamado “sexo débil”, tiene una mayor capacidad para enfrentar un entorno lleno de bacterias y virus peligrosos, mientras que la diversidad que caracteriza a la naturaleza marca diferentes respuestas.
Moalem es doctor en medicina y en filosofía, un galardonado científico, médico y autor best seller del New York Times. Es un experto de renombre mundial en genética y sus investigaciones le han llevado al descubrimiento de dos enfermedades genéticas poco comunes.
Su trabajo reúne evolución, genética, biología y medicina, y ha recibido más de 25 patentes en todo el mundo por sus inventos en salud humana y biotecnología. Entre sus libros destacan “La ley del más débil” (2007) y “Las razones del deseo” (2009), ambos publicados por Ariel.
El autor de “El factor X” (Paidós)- del grupo editorial Planeta- sostiene que infinidad de factores han contribuido a mantener oculta esta verdad, desde mitos de origen cultural hasta el incipiente desarrollo de la ciencia.
Sin embargo, las revelaciones sobre los cromosomas —inicialmente desarrolladas por mujeres— y la propia evidencia empírica muestran que al principio y al final de la vida son ellas las que tienen mayores probabilidades de sobrevivir.
Aunque este conocimiento continúa progresando y quedan aún por explicar muchos de sus enigmáticos comportamientos, es claro que el cromosoma sexual X provee protección contra infecciones, previene la aparición de ciertas enfermedades y, sobre todo, hace posibles ciertos mecanismos que preparan mejor para adaptarse al entorno y a la obtención de alimento, una cualidad evolutiva indispensable.
“Responder genéticamente según sea necesario a los constantes cambios y desafíos de la vida nos ha permitido sobrevivir durante tanto tiempo como especie. Tener dos cromosomas X en lugar de uno les permite a las mujeres tener más instrucciones genéticas con las cuales reaccionar de manera más creativa a la vida”, subraya el científico.
Con información de Notistarz