En 10 puntos, el Centro Democrático presenta constancia de por qué no acompaña el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026
1. Las alianzas público-privadas son inciertas.
2. Se afecta la iniciativa privada, el emprendimiento, y se aumentan los costos de operación. El sector privado tendría que aportar $949.7 billones –que no están garantizados– como inversiones para cumplir con los objetivos del plan.
3. Se percibe una creciente discrecionalidad del Estado que puede conllevar a una estatización.
4. Las políticas son inciertas. No existen indicadores, ni una hoja de ruta clara.
5. El plan genera dinámicas sociales de dependencia.
6. Las inversiones del sector minero energético son insostenibles en los planteamientos prohibicionistas del plan.
7. No existe una desagregación sectorial que permita tener certeza sobre el comportamiento del PIB en el corto y mediano plazo.
8. Se plantean políticas de gasto sin fuentes de generación de ingresos a futuro. El gasto público no genera mayores niveles de oferta.
9. El plan no contempla los escenarios de fragilidad económica que vive el país: las proyecciones de crecimiento oscilan entre -0,8% y 1,1%
10. Existe una alta percepción de incertidumbre y desconfianza.
“No queremos ser partícipes de un gobierno que no le apuesta al desarrollo, a la generación de ingresos, ni a la promoción del emprendimiento, lo que generará más pobreza, inequidad y rencor”, registra el comunicado.
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Como aclaración desde el Centro Democrático explican “nuestros cálculos han sido con cifras aproximadas del Banco Mundial, Banco de la República, FMI, Corficolombiana, BBVA, Bancolombia, Fedesarrollo, DANE”.
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