La acción institucional liderada por la Unidad para las Víctimas con el pueblo embera katío del Resguardo Tahami del Alto Andágueda, ubicado en Bagadó (Chocó), dejó como resultado más de 40 acuerdos por parte de diferentes entidades del orden nacional y territorial, para así garantizar la reparación integral y la permanencia en el territorio de las comunidades asentadas en diferentes ciudades del país.
Esta es la primera vez que se realiza un ejercicio en el que diferentes entidades del Estado se desplazan hasta la zona con el fin de escuchar de cerca a los miembros de esta población, reconocer sus problemáticas y establecer planes para la transformación de su territorio.
En el marco de esta intervención se realizó una asamblea, desarrollada entre el 12 y 13 de noviembre, la cual contó con la participación de más de 350 personas pertenecientes a las 37 comunidades del Resguardo y representantes de la Defensoría del Pueblo, Procuraduría General, Ministerio del Interior, la Unidad Nacional de Protección, el Sena, el Departamento para la Prosperidad Social, la Alcaldía de Bagadó y otras entidades.
Según explicó la directora de la Unidad para las Víctimas, Patricia Tobón Yagarí, en el espacio la entidad se comprometió a generar estrategias para garantizar el retorno digno, seguro y voluntario de las comunidades embera que, debido la violencia y el desplazamiento producto del conflicto armado, se han trasladado a ciudades como Bogotá y se encuentran en situación de mendicidad.
“La Unidad se comprometió a trabajar en un protocolo con mujeres y niños, niñas y adolescentes para erradicar la mendicidad y lograr que retornen de manera digna a sus territorios. También se comprometió a apoyar la atención humanitaria para esas comunidades y liderar un proceso de concertación entre las entidades del Estado para restablecer los derechos de esta población”, indicó.
Tobón Yagarí mencionó que los nuevos ejercicios de concertación que se gestionarán desde la Unidad para las Víctimas tendrán el objetivo de hacer que las entidades del orden nacional y territorial se acerquen a la población y así se supere el rezago que ha dejado la ausencia del Estado en los territorios.
“La idea es propiciar una concertación real para que las instituciones conozcan cómo viven estas comunidades, puedan entender su contexto y ayuden a que los retornos sean duraderos. Lo anterior implica reconocer que hay una problemática que, si no se resuelve, tendrá como consecuencia más desplazamientos. De esta forma continuará la situación de calle y mendicidad que se reporta en diferentes ciudades del país por parte de la población embera”, afirmó.
Compromisos con las comunidades
En la asamblea se fijaron varios compromisos para fortalecer el gobierno propio, la identidad cultural y el territorio de la población embera.
Algunos de los planes acordados entre las autoridades indígenas y las diferentes entidades en el marco de sus competencias, son:
● La construcción conjunta de una ruta de atención para niños, niñas y adolescentes del Resguardo en situación de mendicidad y el establecimiento de un lugar físico para el restablecimiento de sus derechos.
● El desarrollo de un modelo de atención diferencial e intercultural de atención en salud para la comunidad en condición de desplazamiento.
● La realización de una campaña de prevención de infecciones de transmisión sexual para la comunidad habitante y en condición de desplazamiento.
● La construcción de un puesto de salud en cada una de las zonas del Resguardo.
● La creación de una escuela de formación para la Guardia Indígena por cada una de las zonas del Resguardo.
● Asistencia y acompañamiento técnico para la construcción y adecuación de vivienda en el territorio.
● Actualización del censo y diagnóstico poblacional con una caracterización económica y social de cada uno de los miembros de la comunidad.
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● Apoyo para la gestión en la construcción de las placas huellas en la vía de acceso a la comunidad embera del Alto Andágueda.
● Entrega de materia prima e insumos para la elaboración de ropa, previo censo, a las mujeres de las 37 comunidades del Resguardo.
● Formulación y gestión de un proyecto para el fortalecimiento de producción y comercialización de las artesanías elaboradas por las mujeres.
● Realización de capacitaciones en educación sexual y reproductiva a los miembros del Resguardo.
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