La muerte de una niña de 10 años que participó en un desafío viral en TikTok obligó a las autoridades italianas a bloquear temporalmente el acceso a la red de vídeos para los menores de edad.
La tragedia ocurrió el pasado miércoles en la ciudad de Palermo, en Sicilia. Luego de la cena Antonella Sicomero pidió a su padre Angelo un cinturón y se fue al cuarto de baño. Poco después los padres la encontraron desmayada en el suelo, con el cinturón en el cuello.
La llevaron inmediatamente al hospital local, pero los médicos no pudieron hacer nada. La niña murió asfixiada. El Ayuntamiento de Palermo izó las banderas a media asta como señal de luto, mientras el alcalde, Leoluca Orlando, declaró que está “en estado de shock, como, creo, lo está toda la ciudad”.
AFICIONADA A LAS REDES SOCIALES
Según relató Angelo Sicomero al diario La Repubblica, su hija era muy activa en las redes sociales y tenía varias cuentas en Instagram, Facebook y TikTok. Antes cogía siempre el móvil de su madre y descargaba TikTok, donde bailaba, cantaba, descargaba tutoriales para maquillarse y peinarse y subía sus vídeos. “Entonces nos rendimos y le regalamos un móvil para su décimo cumpleaños”, explicó el padre.
Desafortunadamente, la adicción a las redes sociales resultó fatal. Parece que el pasado miércoles Antonella participó en un desafío absurdo en TikTok, que consiste en ponerse un cinturón en el cuello, apretarlo y resistir lo más posible. El estrangulamiento bloqueó el acceso del oxígeno al cerebro, lo que provocó la muerte de la niña.
Los padres, aplastados por el dolor, decidieron donar el hígado, páncreas y riñones de la hija para trasplantes. “Antonella era una niña generosa y alegre, seguramente habría hecho lo mismo. Tres niños vivirán gracias a ella”, dijo su padre.
DESAFÍO MORTAL
El desafío en el que quiso tomar parte Antonella es popular entre los jóvenes. Según un sondeo publicado por el portal Skuola.net, uno de cada seis usuarios de TikTok menores de edad conocen el así llamado Blackout Challenge, y el 18 por ciento de ellos participó por lo menos, una vez.
La motivación es bastante banal: más de la mitad que los participantes se asfixian sólo para filmar un vídeo que podría hacerse viral, mientras un 10 por ciento afirma que se trata de un entretenimiento alternativo. También hay quien lo hace para sentirse mal y no ir al colegio los días siguientes.
La psicóloga y presidente del Observatorio nacional de adolescencia Maura Manca, citada por el periódico Il Messaggero, advierte que “los niños están bombardeados [por estos desafíos] y el riesgo potencial es muy alto, por lo tanto, para los padres es muy importante estar informados sobre las modas del momento, ya que los niños no tienen el sentido del límite. No deben estar nunca solos en internet”.
TikTok declaró que no pudo encontrar en su plataforma el contenido que incitó a la niña a participar en la competición mortal. Sin embargo, desafíos de ese tipo abundan en la red y atraen sobre todo a los más pequeños.
“A menudo se envían a través de chats o están disponibles en las plataformas en línea. Llevan años en la red y se regeneran periódicamente. Por ejemplo, de Blackout Challenge se hablaba ya en 2012”, destaca Manca.
INTERVIENEN LAS AUTORIDADES
La policía local requisó el móvil de Antonella a fin de establecer si su muerte realmente fue causada por un vídeo de internet. La Fiscalía de la República ya abrió un expediente y la Fiscalía de menores sospecha que se trata de un delito de incitación al suicidio.
Mientras tanto, la Agencia italiana para la protección de los datos personales prohibió a TikTok “usar los datos de los usuarios cuya edad no haya sido establecida con seguridad” hasta el próximo 15 de febrero. La red social no podrá volver a operar en Italia si no corrige los errores indicados por la autoridad.
De hecho, ya en diciembre la Agencia acusó a TikTok de cometer varias violaciones, entre las cuales figuran la escasa atención a la protección de los menores, la poca transparencia y claridad de la información suministrada a los usuarios y el uso de ajustes predeterminados que no respetan suficientemente la privacidad.
Pero el problema más grave es que los menores pueden obviar fácilmente el límite de edad de 13 años establecido por TikTok: para ello basta indicar una fecha de nacimiento incorrecta. Al parecer, es así como la pequeña Antonella pudo crearse una cuenta.
Está en los intereses de TikTok modificar sus algoritmos para evitar bloqueos de sus actividades en el futuro. Pero la triste historia de Antonella también es una grave advertencia para los adultos. Según destaca la psicóloga Maura Manca, los padres “piensan equivocadamente que a sus hijos no les pueden ocurrir cosas tan tremendas. Pero no deben bajar nunca la guardia”.
Con información de Sputnik.