La Dermatitis Atópica es una enfermedad crónica no contagiosa, que se caracteriza por picazón persistente e intensa, lesiones en la piel, resequedad, agrietamiento, enrojecimiento, formación de costras, supuración en la piel e intolerancia a algunas condiciones externas como el clima, el exceso de agua, el polvo, entre muchas otras.
Esta enfermedad no sólo impacta a los pacientes a nivel físico, sino también emocional y psicosocial, pues quienes la padecen son muy proclives a tener estados de depresión o ansiedad, trastornos del sueño y sensación de asilamiento[3], en especial niños y adolescentes.
En los pacientes de 13 a 19 años la Dermatitis Atópica se asocia de manera considerable con angustia mental autoinformada[4]. Por esta razón, el manejo crónico y constante de la DA puede imponer una carga considerable en el día a día de los adolescentes y sus familias.
En Colombia, la prevalencia de la DA para los niños de 6 a 11 años es del 27,2%[1] y para adolescentes de 12 a 17 años es del 27,8%.
Según el Dr. Roberto Chaskel, médico especialista en Psiquiatría y subespecialización en Psiquiatría Infantil, Adolescencia y Familia, “la dermatitis atópica genera depresión y ansiedad cuando los pacientes no han recibido ayuda y acompañamiento. Esto se debe a que la incomodidad dermatológica que sienten los niños con esta enfermedad es dramática, por lo que también puede generar ansiedad en sus padres o hermanos”.
El conocimiento cada vez más especializado de los dermatólogos y psiquiatras sobre el impacto de la dermatitis en la salud mental ha permitido avanzar en el manejo integral de esta enfermedad. Asimismo, el experto aseguró que el conocimiento cada vez más los medicamentos que hay hoy en día han traído grandes beneficios a los pacientes por lo que se ha disminuido la ansiedad y la depresión en los menores de edad, sin embargo, existen situaciones de estrés (como rechazo o bullying) que pueden exacerbar la ansiedad y la depresión causada por la Dermatitis Atópica.
En el mundo, hasta un 20% de los niños y adolescentes viven con dermatitis atópica moderada a severa[5]. Para el caso de Colombia, la prevalencia de la DA para los niños de 6 a 11 años es del 27,2%[6] y para adolescentes de 12 a 17 años es del 27,8%. Estudios sobre la enfermedad en Estados Unidos y Europa han determinado que, en promedio, las familias destinan 9 o 12 horas para el cuidado de los adolescentes con esta enfermedad[7], y que el 36% de los cuidadores de niños y adolescentes (5-16 años) informan que sufren de ansiedad y/o depresión.
En relación a estos trastornos, el Dr. Chaskel señala que “desde la Asociación Colombiana de Psiquiatría, se ha venido educando y sensibilizando a padres de familia y maestros en prevención de la ansiedad y la depresión en niños y adolescentes y han sido campañas muy exitosas”. Aún así, es importante tener en cuenta que la DA también afecta a los padres y cuidadores, por ejemplo, genera estrés cuando tienen que bañar a sus hijos lo cual puede distorsionar o deteriorar la relación entre familias.
En 2017 fueron atendidos 14.000 jóvenes entre 15 y 19 años por diagnóstico de depresión, según el último Boletín de Salud Mental en niños, niñas y adolescentes presentado por la Subdirección de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud[2]
En el caso específico de Colombia, el último Boletín de salud mental en niños, niñas y adolescentes presentado por la Subdirección de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud, evidencia que en 2017 fueron atendidos 14.000 jóvenes entre 15 y 19 años por diagnóstico de depresión. En el rango de niños y niñas entre 10 y 14 años esta cifra baja a ocho mil personas y en la categoría de menores de cinco a nueve años fueron atendidos 2.000 pacientes. Sin embargo, las tendencias indican que estos números aumentan año tras año.
Con respecto a la actual pandemia de Covid-19, el Dr. Chaskel explica que el constante uso de tapabocas y de antibacteriales, así como el confinamiento, han tenido un impacto negativo en los pacientes con Dermatitis Atópica, principalmente entre marzo y junio del año pasado. Esto se debe a que el constante uso de productos fuertes para prevenir el virus puede exacerbar o empeorar la enfermedad, sin embargo, el Dr. Chaskel explica que los pacientes pudieron acostumbrarse a la situación, por lo que no aumentó considerablemente la ansiedad y la depresión en los pacientes con DA.
[1] Data on file (EPI Care)
[2] Ministerio de Salud (2018). Boletín de salud mental en niños, niñas y adolescentes. Recuperado de: https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/ENT/boletin-4-salud-mental-nna-2017.pdf
[3] Zuberbier T, Orlow SJ, Paller AS, et al. Patient perspectives on the management of atopic dermatitis
[4] Halvorsen JA, Lien L, Dalgard F, Bjertness E, Stern RS. Suicidal ideation, mental health problems, and social function in adolescents with eczema: a population-based study. J Invest Dermatol. 2014;134(7):1847-1854
[5] Asher M, Montefort S, Bjorksten B, et al. “Worldwide time trends in the prevalence of symptoms of asthma, allergic rhinoconjunctivities, and eczema in childhood: ISSAC Phases One and Three repeat multicountry cross-sectional surveys,” Lancet, 2006; 368:733-743
[6] Data on file (EPI Care)
[7] 21 Barbarot, et al. “The family impact of atopic dermatitis in adolescents: a cross-sectional study in the United States and Europe”. Presented at EADV 2019, Madrid, Spain; October 9, 2019. Poster 1463