Un estudio sobre los niveles de mercurio en integrantes de nueve comunidades indígenas Yanomani en Brasil reveló que el cien por ciento de las personas analizadas presentó altos índices de este elemento químico en sus cuerpos, debido a la explotación aurífera ilegal presente en el lugar.
“En todas las muestras de cabello estudiadas se detectaron concentraciones de mercurio: en hombres, mujeres, niños, adultos y ancianos, sin excepción”, dice el informe realizado por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) y el Instituto Socioambiental (ISA) divulgado este jueves.
El estudio analizó a 293 indígenas de las aldeas Caju, Castanha, Ilha, Ilihimakok, Lasasi, Milikowaxi, Porapi, Pewaú e Uxiú.
Ese metal pesado, utilizado en la explotación minera ilegal que busca oro en esa zona, ubicada en el estado de Roraima, en el norte brasileño, también estuvo presente en las 47 muestras de peces y las 14 de agua y sedimentos del río Mujacaí y sus afluentes, también analizadas en esta pesquisa.
«Este escenario de vulnerabilidad aumenta exponencialmente el riesgo de enfermedad para los niños que viven en la región y, potencialmente, puede favorecer la aparición de manifestaciones clínicas más graves relacionadas con la exposición crónica al mercurio, especialmente en niños menores de cinco años», explica en el informe el coordinador del estudio, Paulo Basta, médico e investigador de Fiocruz.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mercurio elemental y el metilmercurio son tóxicos para el sistema nervioso central y el periférico y la inhalación de vapor de mercurio puede ser perjudicial para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo y los pulmones y riñones, con consecuencias a veces fatales.
Los índices perjudiciales para la salud son aquellos por encima de los seis microgramos de mercurio por gramo de cabello, los mismos que afectan al 10,8 por ciento de los indígenas estudiados.
Asimismo, los investigadores afirmaron que los indígenas con niveles más elevados de mercurio en su cuerpo presentan déficits cognitivos y daños en nervios de las extremidades, como manos, brazos, pies y piernas.
Además de la presencia de mercurio, en las comunidades se hallaron cuadros de malaria e infecciones de transmisión sexual como HIV, sífilis y hepatitis B y C.
Entre los niños, en tanto, se registró anemia, desnutrición aguda y crónica y déficits de estatura para edad.
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En enero de 2023 el Gobierno de Brasil decretó el estado de emergencia en el territorio Yanomami debido a una hambruna y una epidemia de enfermedades provocada por la alta presencia de garimpeiros (buscadores ilegales de oro) en esta tierra indígena remota.
En ese marco, se movilizó a las Fuerzas Armadas para expulsar a miles de invasores y se rescató a niños desnutridos, pero un año después aún hay garimpeiros en la zona y los problemas (como los ríos contaminados por el mercurio que se utiliza para buscar el oro y las continuas amenazas) permanecen.
La ministra de los Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara, dijo que de la misma forma que los problemas de los Yanomami empezaron hace décadas, la solución no llegará en pocos meses y que la situación solo se restablecerá del todo cuando se regenere el ecosistema.
La tierra Yanomami es la mayor de Brasil (9,6 millones de hectáreas de selva) donde viven 30.400 indígenas, la mayoría de ellos con muy poco o nulo contacto con personas del exterior, a excepción de los garimpeiros.
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Con información de Sputnik.