En la mañana de este jueves se llevó a cabo el acto de asignación permanente de 500 policías que entran a fortalecer las labores de Inteligencia e Investigación Criminal, con el objetivo de mejorar las condiciones de seguridad y convivencia para los habitantes de Bogotá.
Cuatrocientos fueron destinados a la Seccional de Investigación Criminal (SIJIN) y 100 a la Seccional de Inteligencia Policial (SIPOL). Este personal se suma a los 100 policías que desde el pasado 29 de septiembre refuerzan los trabajos de Investigación Criminal en la Región Metropolitana de Policía la Sabana, que incluye a Bogotá y 23 municipios de Cundinamarca.
“Seguimos cumpliendo nuestro compromiso con Bogotá. En diciembre llegarán 1.000 policías más para fortalecer el modelo de vigilancia, y en 2022 serán 2.000 más para la Policía Metropolitana de Bogotá”, sostuvo el director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas Valencia.
Dentro de los policías que desde hoy estarán en las calles bogotanas, en el área de Investigación Criminal, hay profesionales en Derecho, Administración de Empresas, Salud Ocupacional, ingenierías y licenciaturas. Asimismo, figuran técnicos y tecnólogos en Investigación Judicial, Asistencia Administrativa, Contabilidad y Comercio Internacional, entre otros.
Todos recibieron capacitación especializada para que puedan contribuir de manera efectiva a contener los delitos de alto impacto en la ciudad, como el Curso Básico de Policía Judicial, donde abordaron conocimientos en manejo del lugar de los hechos, técnicas de entrevista, manejo de cadena de custodia, recolección de elementos materiales probatorios, Código de Procedimiento Penal y disciplinas forenses.
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Información vital para las operaciones
En cuanto a los policías asignados a la SIPOL, aportarán sus conocimientos en temas como: recolección, tratamiento de información y análisis de Inteligencia para contener los fenómenos que afectan la convivencia y seguridad ciudadana; orientación estratégica para la recolección de información en terreno, análisis de los territorios desde la perspectiva de mercados criminales; nichos de inseguridad y presencia de grupos criminales, todos insumos estratégicos para el desarrollo de operaciones integrales.
Así se busca mayor cobertura y efectividad en la anticipación de escenarios criminales que pretendan afectar la tranquilidad de los bogotanos.
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