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Colombiano brilla como colorista en la industria cinematográfica americana

José Andrés Cortés, fotógrafo y cineasta colombiano, deja huella en la producción de cortometrajes en Estados Unidos.

Su pasión por contar una historia a través de una imagen y el manejo del color ha llevado al colombiano José Andrés Cortés a una exploración profesional de la forma en que las personas perciben la combinación de colores en una imagen, y cómo influencian su experiencia personal y cultural.

“Aprendemos a asociar diferentes significados a los colores según nuestras vivencias y creencias sociales. Este fenómeno hace que la historia que observamos tenga un impacto emocional único para cada quién” dice Cortés.

Pero a esas conclusiones llegó luego de iniciar su carrera como fotógrafo en Bogotá, donde se dedicó a la fotografía publicitaria, y tras su paso por Los Angeles, California donde comenzó a trabajar como Director de Fotografía en cine.

“El medio y las herramientas cambiaron pero el manejo del color y la luz mantuvo la misma importancia. Fue en este periodo que tuve la oportunidad de trabajar con diferentes coloristas e indagar, aprender y conocer aún más sobre esta profesión. Mi interés por las herramientas y la teoría crecieron en gran medida y me llevaron a encargarme del color de todo lo que yo fotografiaba. Con el tiempo, colaboré con conocidos y amigos en el color de sus proyectos a través de cortometrajes, videos musicales y mini documentales. Así, gradualmente terminé dándole un foco diferente a mi carrera”, explica.

En su opinión, el trabajo del colorista ha evolucionado mucho con los años. Sin embargo, a pesar de que en el cine aún no existe un premio a “Mejor Color”, hoy podría decirse que esta área es fundamental para el éxito de una producción audiovisual ya que se utiliza para impulsar y transmitir la trama.

“El colorista es la persona encargada de crear o generar el aspecto final de una película usando como base la visión del Director y Director de Fotografía. Es quien se encarga de corregir cualquier error de color o exposición, haciendo coincidir las tomas que hayan podido ser capturadas en diferentes días o con diferentes cámaras, creando estilo y profundidad”.

José Andrés Cortés

Aunque la mayor parte del trabajo de color se realiza en la fase de post-producción, en la actualidad, un colorista puede estar involucrado desde la pre-producción. Allí trabaja con el director de fotografía para crear filtros específicos de color que permitan capturar inicialmente la visión del Director, y en la producción donde en el set de grabación ayuda a crear pruebas diarias de color con el material obtenido.

Visión y proyección

Cortés considera que en Colombia, así como en el resto del mundo, es una profesión que cada día toma más fuerza e importancia. Esto lo nota específicamente en el campo de la educación. “Años atrás era más complejo acceder a este tipo de conocimiento ya que las herramientas utilizadas solían ser extremadamente costosas y la mejor forma de aprender era asistiendo a alguien ya posicionado en la industria. No obstante, hoy en día gracias al avance de la tecnología (que hace las herramientas más accesibles) y a que el cine cada vez trata de ser más llamativo visualmente, veo con mucho optimismo cómo surge mayor interés por esta profesión, aumentando la variedad de opciones que hay para estudiar, enfocarse y desarrollar esta carrera a nivel profesional”, dice.

Entrar a formar parte del equipo de trabajo de una post-productora con gran experiencia en Estados Unidos, donde han pasado producciones importantes y ganadoras de premios Óscar, como “12 años de esclavitud” y “Moonlight”, ha sido sin duda uno de los mayores logros de este colorista colombiano, quien ama colaborar y aprender junto a los grandes de la industria, una experiencia única y de la cual se siente orgulloso y agradecido.

Trabajar con el color le ha permitido a José Andrés Cortés combinar dos pasiones su trabajo como colorista pero también como fotógrafo. “El color hace parte de la fotografía y de esta misma manera el colorista puede complementar e impulsar el trabajo de un fotógrafo. Creo que cada fotógrafo es un colorista por naturaleza. El ver una fotografía o imagen nos puede hacer sentir una infinidad de emociones y en general esto esta atribuido de manera especial e íntima a los colores y la luz que percibimos de ella”.

En su experiencia, el tener “el ojo” previamente educado en la fotografía le ha ayudado a ser más eficaz en su trabajo, le ha permitido trabajar de forma más cercana con directores de fotografía y entender claramente sus objetivos a la hora de crear la atmósfera adecuada en una producción audiovisual.

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