La expresidenta brasileña Dilma Rousseff cree que la democracia de Brasil está “totalmente corrompida”, según dijo este viernes en el V encuentro del Grupo de Puebla, que reunió a varios exmandatarios latinoamericanos.
“La democracia brasileña está totalmente corrompida”, expresó la líder izquierdista, que subrayó que no sólo el presidente Jair Bolsonaro tiene culpa, ya que éste sería “producto de la corrosión”.
En su opinión, el punto de inicio de toda la degradación de la democracia brasileña está en el juicio a adversarios políticos y en un “golpe”, en referencia al proceso judicial que sufrió el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) y al “impeachment” que la apartó del poder en 2016.
Rousseff también pidió a sus colegas del Grupo de Puebla reunidos virtualmente corregir el manifiesto inicial en el que se habla de “golpes blandos” en Latinoamérica.
“Que no haya tanques en la calle, invasión de domicilios, cierre del Congreso Nacional y tortura explícita no significa ningún tipo de blandura”, recalcó, para subrayar la injusticia del proceso que acabó con su mandato.
La expresidenta brasileña también cargó contra el neoliberalismo, la desigualdad en el acceso a las vacunas contra el COVID-19 y pidió que Latinoamérica también se relacione con China, no sólo con la UE.
Con información de Sputnik.