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«Empleo de emergencia ya»: propuesta de Sergio Fajardo junto con expertos

El programa tiene dos líneas de acción y puede generar más de 3.4 millones de puestos de trabajo.

El desempleo en Colombia refleja una profunda crisis social con una tasa nacional de 17%, pero que supera el 20% en veinte de las principales ciudades. Las mujeres y los jóvenes son los más afectados con tasas de desempleo de 22% y 28%, respectivamente. Ciudades como Neiva, Ibagué, Popayán, Cúcuta y Florencia mantienen niveles altísimos de desocupación. Estas difíciles condiciones, sumadas a la alta informalidad laboral existente, se traducen en más pobreza, mayor desigualdad y una masiva destrucción del capital social y humano.
Por eso, Sergio Fajardo y un equipo de expertos proponen un programa de empleo de emergencia que puede generar más de 3.4 millones de puestos de trabajo. El programa tiene dos líneas de acción. La principal consiste en la implementación de proyectos de empleo de emergencia y la segunda en el apoyo de generación y recuperación de trabajos en las empresas. Este programa construye bases para el desarrollo de una estrategia pragmática de largo plazo que integra: políticas de desarrollo productivo, reconocimiento a la diversidad y las capacidades regionales, nuevos marcos institucionales laborales y pensionales, y una economía que le da un papel protagónico a la construcción de una sociedad del conocimiento.


Primera línea para generar empleo: Proyectos de empleo de emergencia
Se pueden crear 1,4 millones de nuevos empleos mediante el desarrollo de
10.000 proyectos públicos de empleo de emergencia en dos años, bajo el
protagonismo de los municipios y departamentos.
Las prioridades son: (i) generar empleo formal de mano de obra no calificada; (ii) crear puestos de trabajo para mujeres, jóvenes, población afro e indígena. Los proyectos deben ser desarrollados en actividades que promuevan el desarrollo regional, la seguridad alimentaria del país, la inclusión social, la sostenibilidad ambiental y, en general, la construcción de capacidades regionales para la transformación social. Algunos ejemplos incluyen servicios sociales y comunitarios, construcción y mantenimiento de infraestructura local como escuelas y centros de salud, construcción de vivienda, reparación de vías terciarias, programas de impacto rural, reforestación y protección al medio ambiente y programas de formación para la población.
La implementación de los 10.000 proyectos de empleo de emergencia puede crear 1 millón de empleos (de salario mínimo); 200 mil empleos para jóvenes profesionales, y 200 mil empleos de medio tiempo.
De acuerdo al tamaño de la población desempleada, los recursos serán asignados desde el gobierno nacional a cada uno de los 32 Departamentos y 23 ciudades. Ahí las Gobernaciones abrirán una convocatoria pública para que los municipios presenten sus proyectos que se harán a través de presupuestos participativos de emergencia, que aseguren la participación activa y responsable de las comunidades.
Las Gobernaciones clasificarán los proyectos presentados de acuerdo con los criterios de priorización y harán la selección de manera totalmente pública y con el apoyo de un comité técnico en el que participen universidades, cámaras de comercio y asociaciones ciudadanas que ayuden a garantizar la transparencia.
La transparencia en todo este proceso es fundamental: las Gobernaciones harán seguimiento permanente a la ejecución con el apoyo del Departamento Nacional de Planeación. Los reportes de gestión deben ser públicos y se debe crear una plataforma en la que cada comunidad y cualquier ciudadano pueda hacerle seguimiento a los proyectos de cualquier municipio del país.


Segunda línea para generar empleo: Creación de empleo en el sector
privado

Esta línea consiste en subsidios y créditos asignados a las empresas, a través de una convocatoria competitiva que prioriza: (i) micro y Pymes (ii) la recontratación de trabajadores que perdieron su puesto de trabajo entre marzo y septiembre de 2020 y (iii) la contratación de mujeres y jóvenes. Esta línea puede apoyar la generación de cerca de 2 millones de empleos, y puede optimizar y focalizar el apoyo a los trabajadores y las empresas más afectadas por la pérdida de puestos de trabajo. Sabemos, por ejemplo, que las empresas con menos de 10 empleados explican casi el 70% de las pérdidas de empleo del mes de agosto.


Financiación ambiciosa para responder al desafío
El programa es ambicioso y tiene que serlo para estar a la altura del desafío que la sociedad colombiana enfrenta. El valor máximo para sus dos líneas de acción es de 50 billones de pesos (5% del PIB), con dos fases de 25 billones de pesos cada una.
Los recursos públicos del programa “Empleo de emergencia ya” serían cubiertos por una adquisición directa de TES al gobierno por parte del Banco de la República o a través de préstamos internacionales. En este momento la prioridad macroeconómica y la mejor inversión es el empleo. Las condiciones actuales permiten la activación de instrumentos menos convencionales de política monetaria y fiscal. De ninguna manera la financiación del programa de empleo de emergencia puede resultar de sacrificios del gasto social que ya está en marcha.
La versión completa de la propuesta puede encontrarla en:
www.compromisociudadano.com

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