El grupo de expertos registró daños a “tanques de almacenamiento de condensados, lo que provocó una fuga no radioactiva”, así como a la tubería de aire comprimido.
La central nuclear de Zaporizhzhia, la mayor de Europa, se encuentra en el sureste de Ucrania, cerca de la ciudad de Energodar, y desde el pasado mes de marzo, permanece bajo el control de los militares rusos.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron y el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, sostuvieron una reunión en París, donde abordaron la situación en la planta y concluyeron que cualquier ataque constituye “un peligro muy real de catástrofe nuclear”.