El panorama para la mitad de la humanidad que son las mujeres no es alentador: entre 70% y 90 % de los arrecifes desaparecerán, las mujeres que practican la pesca no podrán cambiar fácilmente los lugares en donde hacen captura marina: su seguridad alimentaria e ingresos se verán afectados. La escasez de agua potable afecta directamente a las mujeres: mueren 19,1 mujeres y niñas por cada 100.000, frente a 17,7 hombres y niños por cada 100.000; a este panorama se suma que son ellas las encargadas de recoger el agua en el 80% de los hogares del mundo que no tienen acceso al líquido vital, lo que las afecta para dedicarle tiempo a un trabajo remunerado.
Los datos ponen en panorama por qué es urgente la conversación y toma de decisiones alrededor del impacto diferenciado de la crisis climática sobre los cuerpos y las vidas de millones de mujeres y niñas en todo el mundo. ‘Género y biodiversidad’ es el estudio que, en el marco de la COP16, ONU Mujeres en el marco del programa ‘Las mujeres cuentan’ lanzó. Este estudio ahonda sobre por qué y cómo si perdemos cada vez más arrecifes, la calidad del aire empeora cada día y los mares pierden sus especies, entre otros innumerables efectos de la contaminación y la pérdida de biodiversidad; la desigualdad se agudiza haciendo la sostenibilidad de la vida para las mujeres y las niñas un desafío.
La apertura de la conferencia estuvo a cargo de la directora regional de ONU Mujeres para América Latina y el Caribe, María Noel Vaeza, quien explicó que existe una preocupante falta de datos sobre medio ambiente y el impacto en mujeres, niñas y mujeres jóvenes, lo que dificulta hacer seguimiento a los avances en la implementación de políticas públicas y programas en la gran mayoría de los países en el mundo. “Los datos existentes muestran que la deforestación y la aridez asociada, se correlacionan con niveles más altos de tasas de matrimonio infantil. Del mismo modo, la pérdida de biodiversidad marina se correlaciona con una peor nutrición entre las mujeres, lo que aumenta sus probabilidades de sufrir anemia”, puntualizó.
El espacio contó con la participación de la directora del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Piedad Urdinola, quien indicó que “el DANE avanza en el Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica, que integrará datos sobre medioambiente y recursos naturales. Este sistema incluye 52 indicadores y 7 operaciones estadísticas clave para reflejar el impacto de los ecosistemas en la economía”.
A su turno, la lideresa indígena, Mayora Ninfa Herrera Domínguez, comentó que “es importante que los datos estratégicos visibilicen a las mujeres indígenas. Nosotras somos quienes cuidamos las semillas y los ríos, quienes protegemos la biodiversidad y no estamos siendo reconocidas desde nuestra sabiduría y tradiciones”.
El estudio revela igualmente que el 74 % de las personas pobres del mundo se ven afectadas por la degradación de los suelos, que la degradación de la tierra afecta a 1500 millones de personas en todo el mundo y más del 80 % de las aguas residuales del planeta se vierten en ríos y mares, lo que atenta contra la salud y la seguridad alimentaria de las familias; cada una de esas problemáticas afectando más a mujeres y niñas a nivel global.
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El cierre del espacio estuvo a cargo de la representante país de ONU Mujeres en Colombia, Bibiana Aido Almagro, quien comentó que se debe “continuar fortaleciendo las capacidades de las oficinas nacionales de estadística para recopilar, analizar, difundir y utilizar periódicamente datos con enfoque diferencial e interseccional y estadísticas de género sobre el medio ambiente y la biodiversidad. Utilizando nuevas metodologías y herramientas, podremos monitorear el progreso hacia la implementación nacional de los objetivos y el Plan de Acción de Género”.
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