La participación académica y laboral de las mujeres en las áreas STEM (acrónimo en inglés de science, technology, engineering y mathematics) incide de manera relevante en el desarrollo de los países. Por esa razón, en el marco del Día Internacional de la Mujer, es significativo resaltar la importancia de alcanzar la paridad en la proporción de hombres y mujeres en los equipos de trabajo, que para diferentes sectores resulta estratégico.
Al respecto, Alessandro Bello, en el informe de la ONU Mujeres y la UNESCO publicado en 2020, sostiene que “las disciplinas STEM resultan claves para afrontar algunos de los principales desafíos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, desde la mejora de la salud, y la lucha contra el cambio climático, hasta la igualdad de género a todos los niveles. Su estudio puede proporcionar los conocimientos y habilidades necesarias para crear sociedades inclusivas y sostenibles”.
De hecho, América Latina es una de las dos regiones que ha alcanzado la mayor participación igualitaria en la proporción de hombres y mujeres investigadores. En 2017, del total de investigadores en ingeniería y tecnología, el 36 por ciento eran mujeres en Uruguay; el 26 por ciento, en Colombia; el 24 por ciento, en Costa Rica; el 17 por ciento, en El Salvador; en Honduras el 21,5 por ciento; y en Bolivia y Perú alrededor del 19 por ciento. No obstante, al año 2020, América Latina avanzó en promedio a un 45 por ciento de mujeres del total de investigadores, de acuerdo con el informe de la ONU mencionado.
Por otro lado, el Ranking PAR 2020, instrumento virtual de medición de la equidad de género de empresas privadas y públicas, indica que en Colombia el 28,6 por ciento de las empresas cuentan con una política que establece la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Lo anterior evidencia que se han dado avances al respecto y que aún se puede reunir esfuerzos y estrategias para aumentar el porcentaje de participación de la mujer y reducir la brecha salarial. Una oportunidad importante es que las prácticas relacionadas con la equidad de género en las empresas implican un incremento del 25 por ciento del retorno sobre activos, según los análisis realizados.
Al respecto, Daniel Medina, CEO de la empresa tecnológica Olimpia IT, hace un llamado a las compañías de ese sector: “La apuesta del sector tecnológico debe apuntar a seguir creciendo la presencia de mujeres en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y la ingeniería. Desde Olimpia tenemos como prioridad que la participación de las mujeres sea cada vez mayor, nos acercamos al 40 por ciento de mujeres en el equipo de trabajo y todos los días encontramos nuevas alternativas para seguir evolucionando ese indicador”.
De hecho, Medina recomienda tener en cuenta los lineamientos del informe Ranking PAR 2020, que pueden servir a las empresas para mejorar la paridad de género en sus equipos:
- Capacitación a los líderes en estrategia de género y al personal en la identificación de sesgos de género.
- Compromiso formal con prácticas de contratación y ascenso, libres de prejuicio de género y la revisión de estos procesos. Ampliar la búsqueda de mujeres, sobre todo en puestos que históricamente han sido ocupados por hombres.
- Identificación de mujeres con potencial. Prácticas como programas de mentoría, y acciones afirmativas como cuotas y metas, permiten alcanzar una mayor representación de mujeres en cargos de toma de decisión.
- Gestión de una política de equidad de género aterrizada en un plan de acción, con un comité que impulse y haga seguimiento