La incontinencia urinaria es una condición de salud pública que afecta a millones de mujeres en el mundo y que, a pesar de su alta incidencia, continúa rodeada de silencio y vergüenza. En Colombia, se estima que una de cada tres mujeres mayores de 35 años convive con pérdidas de orina, según la OMS (2023).
Para muchas, el impacto va más allá de lo físico: limita actividades sociales, deportivas y laborales, e incluso puede afectar la autoestima y la confianza. A nivel global, la International Continence Society estima que más de 400 millones de personas viven con esta condición, lo que dimensiona la magnitud de un problema históricamente invisibilizado.
Hablar abiertamente de esta realidad es fundamental para reducir los riesgos asociados y derribar los prejuicios que la rodean. La incontinencia no discrimina edad ni estilo de vida; puede presentarse en mujeres jóvenes después de un parto, durante la menopausia por los cambios hormonales o en la edad adulta avanzada como consecuencia del desgaste del suelo pélvico.
Según la Sociedad Colombiana de Urología, el 75% de los casos en mujeres están directamente relacionados con embarazos, menopausia y antecedentes genéticos (SCU, 2022). Otros factores como la obesidad, las enfermedades crónicas y ciertos hábitos de vida también pueden aumentar la probabilidad de que se presente.
El desconocimiento, sin embargo, alimenta creencias equivocadas que refuerzan el estigma y retrasan la búsqueda de soluciones. Entre los mitos más comunes destacan:
- “Solo les pasa a las mujeres mayores”: en realidad puede presentarse desde los 20 o 30 años, especialmente después de embarazos o partos.
- “Es normal y no tiene tratamiento”: existen ejercicios de suelo pélvico, terapias y productos especializados que ayudan a manejar la condición.
- “Los protectores femeninos convencionales sirven igual”: no ofrecen la absorción ni el control de olores necesarios, lo que aumenta el riesgo de irritaciones o infecciones.
Sumado a esto, no tratar la incontinencia de manera adecuada puede tener consecuencias adicionales. El aislamiento social, la reducción de la actividad física y los efectos negativos en la salud emocional son apenas algunas de ellas. Muchas mujeres reducen su participación en actividades cotidianas por temor a accidentes, lo que limita su calidad de vida.
“La incontinencia urinaria no debe vivirse en silencio. Muchas veces, por desconocimiento o por vergüenza, las mujeres optan por esconder el problema en lugar de consultarlo, y eso incrementa los riesgos físicos y emocionales. Hablar de esta condición es hablar de salud y de bienestar, y acudir a un profesional de confianza es el primer paso para recibir orientación adecuada, recuperar la seguridad y derribar los tabúes que aún persisten en torno al tema”, afirma Diana Vahos, jefa de Capacitación de TENA.
Soluciones para una vida plena
En este contexto, Essity, con su marca TENA, experta en el bienestar y el cuidado de la piel de los adultos, se ha consolidado como un aliado fundamental para las mujeres. A diferencia de los productos convencionales de protección femenina, TENA Discreet ofrece mayor rapidez de absorción, control superior de olores y máxima sequedad y frescura en la zona íntima. Esto se traduce en una mejor calidad de vida, un menor riesgo de infecciones urinarias, menos irritaciones en la piel y una higiene íntima más segura. Usar productos no especializados implica cambiarse con mayor frecuencia y asumir riesgos innecesarios para la salud.
Estas características convierten a TENA Discreet en una solución práctica que permite que las mujeres mantengan su independencia, seguridad y confianza en el día a día. La innovación de Essity a través de TENA busca dar respuesta a una condición que afecta a millones de mujeres en silencio, con productos pensados específicamente para sus necesidades.
Con el objetivo de visibilizar esta realidad y ofrecer alternativas confiables, TENA lanzó en su nueva campaña de comunicación, enfocada en invitar a las mujeres mayores de 35 años que experimentan goteos de orina y que hoy usan productos no especializados, a probar soluciones diseñadas para esta condición, y busca abrir un diálogo más abierto sobre la incontinencia en la sociedad colombiana.
“En TENA queremos acompañar a las mujeres con información confiable y con soluciones que respondan a sus verdaderas necesidades. Nuestro compromiso no es solo ofrecer productos especializados, sino también abrir un diálogo transparente que permita hablar de la incontinencia sin prejuicios. Sabemos que cuando las mujeres tienen acceso a información clara y a soluciones adecuadas, pueden recuperar su seguridad, su libertad y su calidad de vida. Para nosotros, hablar de incontinencia es hablar de salud, de dignidad y de bienestar integral”, señaló Julián Mora, director de Mercadeo Cuidado Personal.
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La invitación final es clara: las pérdidas de orina no deben vivirse en secreto. Consultar con profesionales de la salud, informarse y conocer las alternativas disponibles son pasos fundamentales para mantener una vida plena, activa y con confianza.
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