Cuando un bebé llega al mundo con una condición crítica de salud, cada minuto cuenta. Pero para miles de familias colombianas, cada minuto también cuesta. Esta fue la realidad que vivió, enfrentó y conoció Martha Liliana Gómez, esposa, madre y fundadora de la Fundación Leticia María una organización nacida del dolor más profundo, pero también del amor más incondicional.
Hace cuatro años, Martha perdió a su hija Leticia María, quien nació con una cardiopatía en un embarazo gemelar y permaneció durante 10 días en la UCI neonatal. Esta dolorosa experiencia les permitió conocer de cerca las dificultades económicas y emocionales que viven muchos padres cuyos hijos requieren cuidados intensivos. y se convirtió en una misión de vida: apoyar a quienes atraviesan ese mismo camino, pero sin las condiciones para resistirlo.
Cabe resaltar que, en Colombia, las cardiopatías congénitas representan una de las principales amenazas para la salud infantil. Según datos del Ministerio de Salud, entre 5 y 9 de cada 1.000 nacidos vivos en el país presentan algún tipo de esta condición. Esta cifra se traduce en cientos de familias que, desde el primer día de vida de sus hijos, enfrentan una batalla médica, emocional y económica.
El 14% de los niños diagnosticados con cardiopatías congénitas no sobrevive al primer mes, y hasta el 30% fallece antes de cumplir un año. La mayoría de estos casos requieren atención en Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), donde el tratamiento especializado, las condiciones hospitalarias prolongadas y el estado de incertidumbre emocional representan una carga enorme para los padres.
La dolorosa experiencia personal de Martha Liliana Gómez le permitió conocer de cerca las profundas dificultades económicas y emocionales que enfrentan muchos padres cuyos hijos requieren cuidados intensivos.

Inspirada por esta vivencia, Martha creó la Fundación Leticia María en honor a su hija, con la que ha logrado impactar a más de 2.000 niños en Barranquilla, brindando apoyo a familias que atraviesan momentos de enorme vulnerabilidad. Su propósito es seguir extendiendo esta ayuda a más niños y padres que hoy necesitan una mano amiga.
Esto se ha dado gracias a la colaboración y donaciones de amigos y familiares, la organización ofrece acompañamiento emocional, apoyo económico para costear gastos durante la estancia en la UCI para que los padres puedan enfocarse en el bienestar de sus hijos.
Adicionalmente, la Fundación Leticia María tiene proyectado desarrollar dos programas uno de ellos es “Madre Canguro“, una iniciativa que promueve el contacto piel a piel, una práctica que ha demostrado ser fundamental para fortalecer el vínculo afectivo, estabilizar las constantes vitales de los bebés prematuros, favorecer su crecimiento, mejorar su respuesta inmunológica y acelerar su recuperación médica.
El segundo programa es una “Línea de Duelo“, que ofrece acompañamiento psicológico a familias que han enfrentado la dolorosa pérdida de un hijo. A través de espacios de escucha, terapias especializadas y grupos de apoyo, se brinda apoyo emocional en uno de los momentos más difíciles que puede atravesar una familia.

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Aunque la Fundación ha logrado un impacto significativo, sus fundadores insisten en que aún queda mucho por hacer. Por eso, hacen un llamado a la solidaridad de personas y empresas que deseen sumarse a esta causa. La fundación recibe donaciones en especie, como kits de aseo, pañales, pañitos húmedos, crema antipañalitis y meriendas para las madres, así como aportes económicos que permiten ampliar el alcance de sus programas y seguir llevando esperanza a quienes más lo necesitan.
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