En Colombia, el consumo energético continúa en ascenso. Según datos de XM, administradora y operadora del Sistema Interconectado Nacional, en agosto de este año la demanda de energía eléctrica aumentó 3,83 % frente al mismo mes de 2024, pasando de 6.972,98 GWh a 7.212,14 GWh. Este crecimiento sostenido plantea el desafío de mejorar la eficiencia tanto en la generación como en el uso de la energía, entendiendo que el ahorro y la producción energética están estrechamente relacionados.
Consumir de forma responsable también significa producir energía de manera más eficiente, limpia y sostenible, avanzando hacia modelos de menor impacto ambiental; un propósito que cobra especial relevancia en el marco del Día Mundial del Ahorro de Energía, que se conmemora en octubre.
“La generación tradicional no es la más eficiente, pues la energía se debe transportar desde plantas muy grandes y centralizadas, en lugares remotos, hacia los centros poblados del país. Va desde el generador, luego pasa por la transformación de energía, redes de transmisión, se transforma de nuevo para llegar a las redes de distribución y de ahí finalmente a un hogar, lo que es un camino muy largo dónde se generan pérdidas de energía”, afirma Eduardo Ospina, CEO de Unergy, la startup colombiana que invierte en el desarrollo de Minigranjas solares para aumentar la generación de energía limpia en el país.
Ante este panorama emergen soluciones como las Minigranjas solares creadas por Unergy, que son proyectos de generación de energía que de manera descentralizada producen energía cerca a centros poblados, evitando pérdidas de transporte y transformación de la energía, lo que finalmente resulta en mejores tarifas para el usuario.
“Hoy en día aportamos a esa transformación energética del país con más de 20 sistemas de generación, y una capacidad total de 31,8 MW en operación y pruebas. Con una sola Minigranja solar se pueden reducir las pérdidas en un circuito hasta más de un 15 % demostrando una nueva manera de ahorro en el Sistema Interconectado Nacional”, puntualiza Ospina.
Precisamente, para reducir la dependencia de combustibles fósiles Colombia cuenta con una ventaja natural: su radiación es superior a los 4,5 kWh/m² diarios, según afirma el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM). Gracias a esta condición, el desarrollo de proyectos solares se ha convertido en una alternativa clave para avanzar en la transición energética, trayendo consigo beneficios para todos:
Para los ciudadanos, se traduce en cuentas más bajas, y para el sector productivo, en mayor competitividad, reducción de costos operativos y estabilidad ante eventuales alzas tarifarias. Lograrlo no requiere grandes transformaciones, sino acciones cotidianas y decisiones informadas que marcan la diferencia. Eduardo Ospina, CEO de Unergy y experto en el sector energético, comparte algunas prácticas clave para promover un consumo responsable y sostenible, destacando que pequeños pasos pueden marcar una diferencia.


Cinco pasos para impulsar el ahorro energético desde hoy
Para personas
- Promover la eficiencia en casa mediante el uso inteligente de los electrodomésticos, aprovechando sus modos ecológicos y programando su funcionamiento en horarios de menor demanda.
- Ubicar los equipos de refrigeración y climatización en espacios ventilados y con buena sombra, evitando la exposición directa al sol para optimizar su rendimiento.
- Instalar medidores o dispositivos inteligentes que permitan monitorear el consumo en tiempo real y detectar hábitos de alto gasto energético.
- Apoyarse en la tecnología doméstica, como sistemas automatizados que regulen luces, persianas o aires acondicionados según la presencia o temperatura del ambiente.
- Apostarle al autoconsumo con soluciones solares residenciales, reduciendo la dependencia de la red y aportando a una generación más limpia y eficiente.
Para empresas
- Incorporar tecnologías energéticas avanzadas que permitan optimizar la operación y reducir costos asociados al consumo eléctrico.
- Diversificar sus fuentes de energía mediante proyectos propios o alianzas que les permitan generar parte de su consumo con recursos renovables.
- Aprovechar espacios disponibles en terrenos o cubiertas para implementar soluciones de generación limpia que fortalezcan su sostenibilidad y competitividad.
- Sumarse a modelos de autogeneración compartida, que integren a comunidades o aliados estratégicos en la producción y uso responsable de energía.
- Fomentar una cultura empresarial orientada a la eficiencia energética, involucrando a los equipos en prácticas sostenibles y en la medición constante del impacto.
“El ahorro energético es una responsabilidad colectiva. Cada kilovatio solar que sustituye a una fuente fósil representa menos emisiones, menos vulnerabilidad del sistema y un paso más hacia una economía baja en carbono” , añadió Ospina, CEO de Unergy.

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Cada acción cuenta, desde la adopción de tecnologías eficientes hasta el cambio de hábitos en el uso cotidiano, pues son medidas reducen la huella de carbono y fortalecen la competitividad del país al impulsar modelos de desarrollo más sostenibles. Ahorrar energía no es solo una práctica responsable, es también generar mejor, producir con conciencia y asegurar un futuro energético para todos.
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