Según datos de la Superintendencia Financiera de Colombia la emisión de nuevas tarjetas de crédito del país creció un 59% durante el primer semestre de este año, con respecto al 2024. Esto ha representado una gran oportunidad de negocio para bancos, fintechs y retailers, que desean lanzar sus propias tarjetas o migrar a tecnología moderna para ofrecer experiencias superiores.
En un mercado global valuado en 4.7 trillones de dólares, y con un crecimiento anual compuesto (CAGR) del 6.8%, según CoinLaw, la emisión de tarjetas impulsa la inclusión financiera al atraer a personas sin acceso previo al crédito. “Hoy las empresas pueden migrar a plataformas en la nube que reducen costos y tiempos, a la vez que mejoran la seguridad y la experiencia del usuario. Esto les permite emitir tarjetas en menos tiempo y escalar rápidamente a nuevos mercados”, comenta Diego Quesada, Country Manager de los Países Andinos, Centroamérica y El Caribe de Pomelo.
Las tarjetas de débito, al igual que las de crédito, también han tenido un crecimiento significativo en las emisiones, ya que registraron un aumento del 17,2% durante el primer semestre de este año, con 6,71 millones de unidades. La emisión de tarjetas con infraestructura escalable y cloud-native permite que los bancos tradicionales modernicen su propuesta de valor. Estas instituciones, enfrentan el reto de actualizar su tecnología para ofrecer experiencias ágiles y mantenerse competitivas frente a nuevas propuestas del mercado.
“Un ejemplo destacado es Lulo Bank, el primer banco 100% digital de Colombia. En solo cuatro meses, la compañía lanzó su negocio de tarjetas y ahora puede procesar 55 millones de transacciones diarias. Ofrece tarjetas virtuales y físicas con una experiencia totalmente digital y segura, respaldada por tokenización, 3D Secure y CVV dinámico”, destaca el ejecutivo de Pomelo, empresa especializada en tecnología API-first para la emisión, procesamiento y gestión de la plataforma del negocio de tarjetas.
En este marco, la Superfinanciera reveló las cifras para el primer semestre del año: el sistema financiero evidencia una recuperación latente que ha destacado en 2025 con utilidades que se ubicaron en $56,7 billones, $3,8 billones más que en junio de 2024, cuando se registraron $52,9 billones.

En la actualidad, bancos, fintechs, retailers y compañías de distintas industrias ya aprovechan los beneficios de contar con tarjetas propias. Estas no solo elevan la satisfacción del usuario con soluciones completas y diferenciadas, sino que también fortalecen su fidelización. Los proveedores de emisión, procesamiento y gestión de tarjetas ofrecen hoy infraestructura en la nube y soluciones flexibles gracias a las cuales las organizaciones pueden lanzar productos en tiempo récord o migrar desde sistemas heredados con facilidad.
“Otro referente es Stori, unicornio mexicano que busca democratizar el acceso a servicios financieros para quienes están fuera del sistema tradicional. Migró su cartera a una solución de emisión y procesamiento de última generación sin afectar la experiencia del cliente. Además, expandió operaciones a Colombia con una sola integración y ya emitió más de 2.8 millones de tarjetas”, asegura Diego Quesada.
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De esta manera, los programas de tarjetas son una verdadera palanca de crecimiento y competitividad en el ecosistema financiero de Colombia y América Latina. Según el más reciente informe de Nilson Report, hoy se procesan más de 45 billones de dólares anuales en pagos con tarjetas en todo el mundo y las nuevas tecnologías como las tarjetas virtuales, tokenizadas o multidivisa han permitido llegar a segmentos antes excluidos del sistema financiero.
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