Colombia vive una transformación educativa silenciosa pero contundente, la virtualidad y las herramientas digitales están redefiniendo el acceso, la calidad y la equidad en la educación. Según el Sistema Nacional de Información de Educación Superior (SNIES), la matrícula en programas virtuales o híbridos representa ya el 18,5 % del total nacional, más del doble frente a 2018. Y a nivel de posgrado, la cifra es aún más reveladora, el 35,1 % de los programas se imparten en modalidad virtual.
Este giro no es casual. A principios de 2025, el crecimiento del internet en Colombia alcanzó el 77,3 %, y solo entre enero de 2024 y enero de 2025 se sumaron 428.000 nuevos usuarios conectados. Esta infraestructura ha sido clave para que universidades públicas y privadas migren sus contenidos y experiencias a entornos digitales.
ESEIT: educación digital con impacto
La Escuela Superior de Empresa, Ingeniería y Tecnología, institución de la red internacional Planeta Formación y Universidades, está enfocada en formar líderes en ciencia, ingeniería, tecnología e innovación, respondiendo a la demanda real del mercado laboral con programas 100%virtuales como Ingeniería de Datos e Inteligencia Artificial, Ingeniería Industrial y la Especialización en Big Data y Analitica de Datos, puntea la innovación en la educación virtual. “El reto ya no es solo conectarse, sino formar talento digital capaz de transformar sectores clave como salud, energía, finanzas o logística”, afirma Raúl Mauricio Acosta, rector de ESEIT. Tan solo su programa de Ingeniería de Datos e IA responde a una necesidad urgente del mercado en Colombia, ya que, requerirá más de 112.000 profesionales en este campo en los próximos años
ESEIT también ha digitalizado procesos académicos y administrativos con herramientas como ATENEA y AVAYA, mejorando la trazabilidad de admisiones, la experiencia de los estudiantes y el acompañamiento académico, sin importar su ubicación geográfica. Además, le permite ofrecer experiencias globales, clases con expertos internacionales y programas de movilidad virtual.
Las herramientas digitales que lideran la transformación
En este ecosistema, las instituciones están integrando plataformas como Learning Management Systems (LMS) (Moodle y Blackboard), herramientas de videoconferencia (Zoom, Google Meet), colaboración (Google Workspace, Microsoft 365) y gamificación (Kahoot!, Genially). También se exploran soluciones con Inteligencia Artificial, desde asistentes virtuales hasta plataformas de personalización del aprendizaje.
Estas tecnologías han demostrado impactos positivos en el aprendizaje. Por ejemplo, estudios como el de ProFuturo evidencian mejoras en áreas como lenguaje y matemáticas en estudiantes de zonas vulnerables que han accedido a educación digital estructurada.
Tecnología que cierra brechas
La digitalización no solo mejora el acceso, también es clave para reducir brechas sociales. Permite que estudiantes en zonas rurales accedan a contenidos actualizados, desarrollen habilidades digitales y personalicen su aprendizaje. En municipios rurales, proyectos como “Zonas Comunitarias para la Paz” están llevando conectividad a escuelas rurales históricamente marginadas.
No obstante, los retos persisten, capacitación docente, calidad del contenido digital, accesibilidad para personas con discapacidad y continuidad en las políticas públicas. La transformación digital de la educación no es solo tecnológica, también es pedagógica, estructural y ética. Según cifras del DANE obtenida de la Encuesta de Calidad de Vida (ECV), en 2023, el 74 % de las instituciones educativas rurales no disponían de internet debido a la falta de cobertura, en comparación con el 40 % en zonas urbanas. En 2021, el 70.2 % de los hogares rurales no contaban con conexión a internet.
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Invertir ya: una urgencia, no una opción
Postergar la inversión en tecnología educativa amplía la brecha social y limita el desarrollo del país. Según el informe del MinTIC, entre 2018 y 2023 la brecha digital disminuyó 11,3 %, pero las habilidades digitales siguen siendo el mayor desafío. Formar a docentes, crear contenidos accesibles y garantizar conectividad estable son tareas urgentes para no dejar a nadie atrás.
Como lo resume ESEIT en su visión institucional: “La tecnología no reemplaza al docente ni al aula, pero sí expande sus posibilidades y democratiza el acceso al conocimiento”.
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