La representación sudamericana del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) reclamó este viernes al Gobierno de Ecuador una investigación del asesinato de cuatro menores de edad tras ser capturados por una patrulla militar el pasado 8 de diciembre.
“El Estado ecuatoriano debe investigar lo ocurrido con los cuatro niños víctimas de presunta desaparición forzada tras su detención por parte de miembros de las fuerzas armadas en Guayaquil, enjuiciar a todos los responsables y tomar medidas para garantizar la no repetición de situaciones como esta, que representan una grave violación a los derechos humanos”, demandó Jan Jarab, representante regional de Acnudh.
Las víctimas fueron los hermanos Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años, y sus amigos Nehemías Arboleda (15 años) y Steven Medina (11 años), quienes habían salido de sus casas a un partido de fútbol, pero nunca regresaron tras ser detenidos por un grupo de militares, actualmente en prisión preventiva para investigación.
El pasado 24 de diciembre se reportó el hallazgo de cuatro cuerpos sin vida en la zona donde fueron vistos con vida por última vez los menores, y una semana después la Fiscalía General del Estado informó que los restos encontrados pertenecían a los mencionados niños.
Acnudh dijo que recibió con consternación la noticia de la identificación de los cuerpos de los menores de edad, condenó enfáticamente los hechos e instó al Ejecutivo ecuatoriano a actuar contra los victimarios.
“La información conocida hasta ahora por la Oficina coincide con lo dispuesto por la Convención Internacional para la Protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas, por lo tanto, la actuación de los victimarios debe ser perseguida, investigada y sancionada con celeridad por las autoridades correspondientes”, dice el texto.
Además, recordó que el delito de desaparición forzada no se extingue por haberse encontrado los cuerpos.
“La investigación de este delito tan grave debe ser independiente, sin presiones políticas y exhaustiva, abordando las eventuales responsabilidades del mando. Al mismo tiempo, se debe evitar en todo momento la revictimización de las familias”, enfatizó Jarab.
El alto funcionario de la ONU señaló la urgencia de que sean investigadas otras denuncias sobre desaparición forzada en Ecuador y que el Estado adopte las medidas para la no repetición de estos hechos.
“Este fatal hecho debe marcar un punto de inflexión en la forma de conducir la política de seguridad pública en el país”, añadió Jarab.
La Oficina de Acnudh ratificó su compromiso de apoyar a las familias de las víctimas y a la sociedad ecuatoriana y ofreció cooperación técnica con el Estado para el cumplimiento de sus obligaciones de rendición de cuentas por las graves violaciones de derechos humanos cometidas.
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Por último, el organismo regional se comprometió a promover la justicia racial en el actuar de los agentes del orden y a impulsar la prevención mediante la capacitación en derechos humanos.
Los niños fueron sepultados el pasado 1 de enero en el cementerio de la localidad donde vivían, en el sector popular de Las Malvinas, de la ciudad de Guayaquil.
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Con información de Sputnik.