Con un aumento significativo en las últimas décadas, la hipertensión viene representando un desafío para la salud pública, impactando la vida de millones de personas en todo el mundo al dificultar el bombeo del corazón debido a la fuerza excesiva ejercida desde el corazón hasta las arterias.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la hipertensión afecta a uno de cada tres adultos a nivel mundial caracterizándose por la elevación continua de la presión arterial en los vasos sanguíneos. Esta condición está estrechamente relacionada con un mayor riesgo de enfermedad coronaria, accidentes cerebrovasculares y daño renal.
Aunque la edad y la predisposición genética pueden aumentar la probabilidad de desarrollar hipertensión, existen otros factores modificables que pueden influir en el riesgo, por lo que se recomienda un enfoque preventivo centrado en la identificación temprana para abordar este problema de salud. Uno de estos métodos es la medición de la presión arterial, que comprende dos cifras, la primera que refleja la presión arterial durante la contracción del corazón (sístole) y la segunda indica la presión cuando el corazón se relaja (diástole). Según lo anterior, la presión se considera normal cuando el primer número es menos de 120 y el segundo es menor de 80, sin embargo, esto puede variar según la edad y algunas patologías del paciente.
“Si bien, la mayoría de los pacientes que sufren de hipertensión no presentan síntomas o signos, es crucial identificar algunos que pueden aparecer, como dolores de cabeza persistentes, dificultad para respirar, sensaciones de vértigo, dolor en el pecho y sangrado por la nariz. Reconocer estos signos es el primer paso hacia el control para proteger la salud cardiovascular”, expresó María Mercedes Barros Daza, experta en Riesgo Cardiovascular e Hipertensión de Sura.
En medio de este panorama y con el fin de conmemorar el Día Mundial de la Hipertensión, Seguros SURA insiste en la importancia de la prevención con la adopción de hábitos saludables y la generación de conciencia pública sobre esta afectación médica, entregando algunas recomendaciones para prevenirla y controlarla en caso de tenerla:
Restringir el consumo de sal: entre los pacientes con hipertensión arterial, de 40% a 60% son sensibles a la sal, esto quiere decir que su presión arterial aumenta o disminuye de manera directa con el consumo de sodio. Llevar una dieta baja en sal es más fácil si se sustituye por otro tipo de condimentos como la pimienta, el curry, el pimentón o el ajo.
Vigilar las calorías: La tasa de mortalidad es mayor en pacientes hipertensos con un exceso de peso. Se recomienda restringir los dulces y las grasas, y aumentar el consumo de verduras y frutas para mantenerse en el peso adecuado. Asimismo, el chocolate negro ayuda a reducir la presión arterial ya que dilata los vasos sanguíneos.
Practicar algún deporte: la actividad física es fundamental. Las caminatas, trotar, nadar, bailar y montar en bicicleta son ideales. Sin embargo, es importante recordar que el esfuerzo exagerado en los pacientes hipertensos es peligroso, por lo que debe ser direccionado por un profesional.
Asumir la vida con calma: el estrés es uno de los rasgos más comunes entre los hipertensos. Encontrar las maneras de controlar la tensión en el trabajo y rescatar el tiempo libre es una prioridad.
Controlar el alcohol y el cigarrillo: tanto el consumo de alcohol como el cigarrillo predisponen a la hipertensión. Está comprobado que la disminución o eliminación produce reducción duradera de la presión arterial.
Llevar control de la presión y seguir las indicaciones médicas: se aconseja verificar que la lectura de la presión se mantenga dentro de lo límites establecidos, y en caso de que se recomienden pastillas para mantenerla controlada, se deben tomar bajo prescripción médica y nunca modificar sin autorización profesional.
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“Desde SURA nos preocupamos por el bienestar integral de los pacientes y por eso, creemos firmemente que prevenir la presión elevada no solo es importante para la salud del corazón, sino esencial para mantener una vida plena y activa. Adoptar hábitos saludables, reconocer los síntomas y realizar chequeos regulares puede significativamente reducir el riesgo de desarrollar hipertensión”, indicó María Mercedes.
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