Los avances científicos y técnicos que se vienen presentando en el sector alimenticio, permiten hoy producir mediante la biotecnología un recurso que inhibe el crecimiento de los patógenos, permitiendo que por ejemplo un corte de cerdo dure más tiempo y puedan cumplir la demanda de los consumidores.
Prolongar la duración de los alimentos que necesitan cadena de frío, se ha vuelto una necesidad para algunas empresas y muchos consumidores. En tiempos donde la crisis logística y transporte a nivel mundial, afecta al negocio de las empresas de alimentación, con caídas en mercados a nivel mundial. Por eso startups como Copperprotek llegan a Colombia con sus desarrollos en biotecnología, para extender la vida útil de los alimentos que es uno de los grandes problemas de la industria y llegan con una solución fácil de implementar para que sea una alternativa escalable y se puede aplicar en todos los rincones del país.
Para Raúl Molina co-fundador y Gerente Comercial de Copperprotek, “en Colombia el promedio de ventas de alimentos frescos en supermercados llega al 13% según Nielsen, el resto de las ventas en Colombia son en el canal tradicional como: almacenes, locales de barrio, carnicerías, etc., en donde la cadena de frío y los tiempos vía terrestre no se puede garantizar”
“Hoy trabajamos junto a Amcor-Bemis la empresa de packaging de alimentos más grande del mundo, quienes utilizan nuestra tecnología para producir una línea de packaging inteligentes capaz de extender la vida útil de alimentos como jamones, quesillos y cerdo fresco” comenta Jaime Moral, gerente General de Copperprotek
“Con nuestra esta tecnología se le puede dar 10 días más de vida útil a jamones, en quesillo nueve días y cerdo fresco 23 adicionales, lo que permite mejoras de la última línea en varios puntos porcentuales, al disminuir las reposiciones, mermas, capital de trabajo, reclamos, devoluciones y liquidaciones, además de poder ampliar la zona de cobertura del producto” comenta Jaime Moral, gerente General de Copperprotek
El alimento va perdiendo calidad en el transcurso de los días debido al crecimiento de bacterias, donde un aumento de solo 4 grados en la temperatura puede generar un crecimiento exponencial en mucho menor tiempo; en Colombia se ha duplicado en 20 años el consumo de cerdo y pollo. También los embutidos cárnicos han aumentado considerablemente su consumo. Por lo cual que existan soluciones probadas que garantizan la calidad, la inocuidad y la salud de quienes la consumen, debe motivar a las empresas de alimentos a recurrir a estas tecnologías para ofrecer un producto de mayor valor agregado a sus consumidores
“Trabajando en una minera de cobre en Chile, aprendí sobre este mineral, y su efecto en los microorganismos. Donde las bacterias son destruidas por iones de cobre, las mismas bacterias que descomponen el alimento, así extendiendo su vida útil y perfil organoléptico” comenta Javier Lavin el otro co-fundador y Gerente de I+D.
Este desarrollo que llega a Colombia es de gran beneficio para toda la industria ya que, al prolongar la vida de los alimentos disminuye las devoluciones, las pérdidas y le da un espacio operacional a los fabricantes, porque pueden producir con un mayor margen de tiempo y al prolongar la vida útil de los productos se puede llegar incluso a nuevos mercados más lejanos y con una seguridad de que los mismos se va a conservar en el mejor estado, gracias al lado biológico del cobre para mejorar su biodisponibilidad y eficacia biocida pudiendo eliminar microorganismos de forma muy eficiente y a bajo costo, con estándares de Unión Europea.
Esta solución también trae grandes beneficios a la cadena alimenticia del Retail porque puede contar con productos en góndola por más tiempo para asegurar que se comercialice. Quien consume el alimento tendrá un producto más fresco además de prevenir problemas por cortes en la cadena de frío. El producto, al durar más gracias al cobre, llegará con mejor olor, textura, color y sabor a los destinos, asegurando que se consuma y no termine en la basura.
Adicionalmente, hoy la inspiración de la compañía es ayudar a la descontaminación del planeta, al extender la vida útil de los alimentos que usen packaging tratado con la micropartícula. Además, ayuda a reducir la parte de cientos de toneladas de desperdicio de alimentos que se generan diariamente. Al descomponerse los alimentos emiten gas metano, un gas varias veces más dañino que el CO2 y con un 30% de los alimentos terminando en la basura; el desperdicio de alimentos es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero en el mundo. Es por esto que Copperprotek se ha enfocado en alimentos de origen animal, que son los que generan mayor huella de carbono por kilo producido, cerca del 5% del volumen de alimento desperdiciado, pero llegando al 20% en huella de carbono.
Finalmente es importante saber que el consumidor final exige menos preservantes en los alimentos, ya que algunos preservantes como el nitrito son considerados cancerígenos por la organización mundial de la salud. Las personas exigen etiquetas limpias, con ingredientes que puedan pronunciar y leer.
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Esta tecnología es una medida preventiva ante el quiebre de temperatura, si se rompe la cadena de frío las bacterias empiezan a proliferar, lo que produce una descomposición de alimento que genera ciertas enfermedades, pero con esta biotecnología las bacterias bajan y da una seguridad que el producto siempre va a estar mejor, porque la micropartícula Copperprotek lo convierte en un empaque inteligente de forma natural.
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