“Uno de los ejes rectores que ha caracterizado a la floricultura es el de velar por la salud de nuestros trabajadores y apoyar el bienestar de las comunidades y las familias donde estamos presentes. Fieles a este principio, hemos realizado una inversión de $3.500 millones para aplicar la vacuna contra el Coronavirus en más de 30 municipios de Cundinamarca, Antioquia y Risaralda”, aseguró Augusto Solano, presidente de Asocolflores.
Cerca de 85 empresas afiliadas a Asocolflores se suman de esta manera a la iniciativa de la Andi: “Empresas por la Vacunación”. Esta es una nueva acción, de las tantas emprendidas por la floricultura durante la pandemia, con el objetivo de conservar los más de 140 mil empleos que esta actividad genera en el país.
“Asocolflores ha sido líder en la lucha contra el Coronavirus a través de su consigna “La Salud Prioritaria, la Economía Necesaria”. Desarrollamos el primer protocolo del sector agrícola para proteger la salubridad de nuestros trabajadores, capacitamos y formamos a nuestras empresas para asegurar el correcto funcionamiento de los cultivos y generamos una serie de campañas de sensibilización y cambio comportamental que hoy nos aseguran una participación masiva en las jornadas de vacunación. Las personas se han inscrito y no quedará ni una dosis sin aplicar” dijo Solano.
La aplicación de estas 48 mil dosis se suma al elevado número de trabajadores que han participado del programa de vacunación del Gobierno Nacional, situación que asegura la inmunidad de la mayoría de los trabajadores, esperando únicamente que aquellos que, por edad, no han sido vacunados lo sean en el muy corto plazo.
De las flores dependen más de 140 mil familias que reciben beneficios en educación, vivienda y recreación, razón por la que esta iniciativa de vacunación es de gran importancia para las comunidades rurales, porque únicamente si las empresas floricultoras sobreviven a la pandemia se asegurarán los ingresos de las personas que en ellas laboran.
“Siempre hemos dicho que el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la corresponsabilidad es un reto y una obligación compartida entre el Gobierno, las empresas y los ciudadanos. No podemos ser ajenos a lo que nos enseña lo que estamos viviendo. Como empresarios siempre hemos asumido nuestra responsabilidad con el capital social del país y esta no será la excepción, por el contario es una oportunidad para demostrar una vez más que el respeto por el trabajo decente es uno de los principales motores del desarrollo social y económico en cualquier nación”, aseguró Solano.