El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó la represión de las protestas en Birmania e instó a restablecer el gobierno civil.
“Condeno el uso de la violencia mortal en Birmania. El uso de la fuerza letal, la intimidación y el acoso contra manifestantes pacíficos es inaceptable”, expresó el titular en su cuenta de Twitter.
A este respecto, el responsable de las Naciones Unidas recordó que “todo el mundo tiene derecho a la asamblea pacífica”.
“Pido a todas las partes respetar los resultados de las elecciones y volver al gobierno civil”, recalcó.
El 1 de febrero, pocas horas antes de la constitución del nuevo Parlamento en Birmania, los militares dieron un golpe de Estado, detuvieron a numerosos líderes políticos, entre ellos al presidente Win Myint y a la consejera de Estado Aung San Suu Kyi. Además, decretaron el estado de emergencia por un año.
Los militares, que gobernaron en Birmania durante décadas, justifican el golpe por las denuncias de fraude masivo en las elecciones generales de noviembre pasado, que dieron la victoria a la Liga Nacional para la Democracia (LND).
El comandante en jefe del ejército, general Min Aung Hlaing, anunció que, después de cumplidas las tareas del estado de emergencia, entre ellas la investigación de las presuntas irregularidades en las urnas, habrá nuevas elecciones y el poder será traspasado al partido ganador.
La asonada generó una oleada de protestas en Birmania, con miles de personas saliendo a la calle y realizando acciones de desobediencia civil para reivindicar la restauración del gobierno civil y la liberación de los presos políticos.
Según informan los medios birmanos, al menos dos personas fallecieron y otras 20 sufrieron lesiones el viernes después de que las fuerzas de seguridad recurrieran a armas de fuego para dispersar una manifestación en la ciudad de Mandalay, la segunda más grande en el país.
El jueves se informó que la represión de las protestas contra el golpe militar en Birmania cobró la primera víctima mortal.
Con información de Sputnik.